Los Beneficios del Yoga para la Piel

Descubre los beneficios que tiene la práctica de Yoga en la piel.


La piel es uno de los órganos más importantes del cuerpo. A través de la piel, depuramos una parte considerable de toxinas, lo que nos permite mantener un organismo limpio y en buen estado.
Cuando no cuidamos de nuestra piel, podemos sufrir infecciones y enfermedades con más facilidad. Siendo la barrera natural que separa el mundo interior del mundo exterior, es un elemento muy importante a la hora de tener salud y vivir en bienestar. Son tantos los elementos tóxicos que nos rodean (contaminación, químicos en los productos de uso diario, rayos de sol en exceso) que cuidar de nuestra piel no es algo a negociar. Es fundamental.


Además de llevar a cabo rituales de belleza con cosmética natural, como los productos faciales y corporales de Elementia, existen otras herramientas para cuidar de nuestra piel. El Yoga es una de ellas.


¿Qué es el Yoga?


El Yoga es una práctica milenaria que nació en la India y se ha
popularizado en el mundo entero en el último siglo.
Todo el mundo lo practica: es una disciplina universal que no entiende de
sexo, ni de edad, ni de estatus social o de nacionalidad. No es una religión.
No es una conversión.


El Yoga es un estilo de vida: es una forma de moverse en la vida, de
contemplar la vida, de respirar la vida.


A través del aprendizaje de herramientas como la respiración (pranayama), la
meditación y la ejecución de unas posturas específicas (asanas), el
practicante desarrolla una salud férrea y completa.
Cuerpo, mente y emociones se enriquecen.
Además, esta disciplina también nos propone una filosofía de vida: una
manera de cohabitar con los demás en armonía y con bienestar.


¿Cuáles son los efectos del Yoga en la piel?


La práctica física de esta modalidad tiene un efecto directo en la piel. En
Yoga, la piel es un órgano que se tiene en gran consideración, pues su
estado influye en la ejecución de las posturas y viceversa.


Los indios entendieron, hace muchos milenios, lo siguiente: la piel es uno
órgano depurativo. Es un órgano expansivo. Es un órgano divino.


A través de la práctica de Yoga permitimos que la piel se autorregule. Le
ofrecemos la oportunidad desplegar todo su potencial:
- la hidratamos y oxigenamos, a través de posturas bien respiradas,
- desarrollamos su flexibilidad y suavidad, a la vez que la fortalecemos,
- facilitamos el proceso de sudoración y por lo tanto la eliminación de
toxinas…


Todo esto nos permite reducir las probabilidades de sufrir flacidez o
arrugas prematuras. Mantiene el cuerpo radiante y luminoso, con color y
vida. Además, las posturas bien respiradas nutren los tejidos internos del
organismo: se encargan de mantener en buen estado los músculos, de
lubricar las articulaciones y tendones, de fortalecer los huesos…


Otro factor importante a tener en cuenta es que el Yoga es la medicina
natural para reducir la ansiedad. Y todos sabemos que la ansiedad muchas
vez trae consigo picos elevados de estrés.
El estrés, en ocasiones contadas, es vital. Pero cuando se torna algo crónico,
puede ser letal.
Al practicar Yoga activamos el sistema parasimpático, encargado de los
procesos de reparación y restauración. Un cuerpo que se auto revitaliza es
un cuerpo con una piel divina. Luminosa. Y llena de vida.


Posturas de Yoga para mejorar el estado de la piel.


Aunque todas las posturas de Yoga tienen un efecto positivo y directo en el
estado de la piel, existen algunas que, por su alineación, provocan una
vasodilatación mayor. Esto permite que la sangre fluya correctamente hasta
la piel, proporcionándole más oxígeno y nutrientes, más brillo y color.


Estas posturas son las siguientes:


- Tadasana: mejora el drenaje linfático, lo que aclara el cutis y reduce el
hinchazón alrededor del área de los ojos.
- Uttanasana: lleva el flujo de sangre a la cara y aumenta el suministro de
oxígeno a las células de la piel.
- Matsyasana: ayuda a limpiar las glándulas tiroides y paratiroides,
manteniendo así las hormonas y los problemas de la piel relacionados con
las hormonas bajo control.
- Bhujanganasa: ayuda a aliviar la tensión y la fatiga abriendo los pulmones
y dando energía al cuerpo, reduciendo así el estrés oxidativo.

                                                        

Postura Uttanasana

                                                                 

Lo más importante a la hora de iniciarse en el mundo del Yoga es hacerlo
con un instructor que pueda guiarnos de forma segura y personalizada. Si
no puedes acceder a clases particulares, las clases presenciales son otra
buena opción. En el mundo digital puedes optar por cursos de iniciación al
yoga: si escoges esta modalidad, asegúrate de que el instructor es un buen
profesional. Investiga sobre su trayectoria, conócelo a través de las redes
sociales, lee sus testimonios…


Un buen profesor te hará entender lo siguiente: que tu cuerpo es único y
especial y que en ningún caso debe adaptarse a la forma preestablecida de
la postura.


Todo lo contrario. Es la postura que se adapta al cuerpo.


La práctica de Yoga junto a una buena limpieza e hidratación natural
pueden devolverle a tu piel su brillo y luminosidad. Su salud y bienestar.

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